En ese momento quiso parar el segundero,chasco los dedos y todo se detuvo ante sus ojos,se hizo el silencio,nada se movía a su alrededor y en ese momento noto una extraña sensacion,no había duda,eso era lo que llamaban soledad,era extraño el sentimiento,al menos para ella que no lo conocía.
Miro por la ventana y vio a 2 personas sentadas en un banco,una en cada esquina,un señor mirando sin mirar,parecía aburrido,a su lado había una chica impaciente,esperaba a alguien o algo y por la inquietud de sus gestos podía notarse que aquello que la hacia perder la calma no llegaba,de repente se miraron,solo un segundo,suficiente para darse cuenta de que los 2 estaban solos,estaban cerca pero ninguno de los 2 veía al otro y otra vez eso que llaman soledad.
En un charco jugaba un niño,travieso por su corta edad,el mismo ha inventado las reglas de un juego,es solo su juego y se dedicaba a salpicar con los pies a quien sabe que criaturas producidas por su imaginación,se dirige a un tobogan,con la escalera oxidada,pone la primera mano y siente frió,pone la segunda y se hace viejo,esta solo y llora,de repente suena un tic tac ensordecedor y los 3 solitarios miran hacia la ventana,allí se oculta una chica que finge una sonrisa,pero sus lágrimas revelan una tristeza absoluta,ellos se ríen.
-Despierta!tranquila solo fue una pesadilla,ven,el desayuno esta puesto.
Olia a café,la encantaba,se acerco a su novio y le susurro que nunca la dejara sola,se abrazaron y de repente...se paro el tiempo.
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